domingo, 5 de octubre de 2008

Sábado 04 de Octubre - Reunión de Rayos.



Un agradecimiento enorme a Carlos Bidegaín quién, recién llegado en la madrugada desde Barcelona - España, concurrió al Club de Campo Quinchamalí a reencontrarse con sus Camaradas.... ¡¡¡ Gracias Carlos !!!..., gestos como el tuyo nos demuestran tu grandeza.

jueves, 2 de octubre de 2008

Nota escrita por Pedro Nolasco Arancibia Galaz (Escuadrilla Brujas 1966-1970)

Nota escrita por Pedro Nolasco Arancibia Galaz (Escuadrilla Brujas 1966-1970)

DOS BRUJAS EN UNA GRAN OPERACIÓN

INTRODUCCION

Año 1975, eran 3 Tenientes recién ascendidos que estaban destinados en el Grupo de Aviación N° 7, en Los Cerrillos, después de haber pasado exitosamente el curso de Hawker Hunter en la Base Aérea de Cerro Moreno. El avión de combate más poderoso moderno que tenía la Fach, y destinados en la única unidad de caza defensa del país. Era un sueño para esos 3 jóvenes que bordeaban los 25 años de edad.

En nuestra fuerza aérea ya estaba en desarrollo el plan de la compra de F-5 a Estados Unidos un avión que venía a reemplazar los viejos F 80 y T 33 de la guerra de Corea. Como es lógico, cuando llegamos al 7, no estábamos considerados en ese proyecto, sin embargo el destino dijo otra cosa.

Había dos tipos de cursos en la USAF, curso de instructor, que era por un año, y el curso de pilotos ferry de solo 3 meses. A fines de 1975 se fue el primer grupo a ambos cursos, sin embargo, dos oficiales, debieron regresar porque no pasaron los mínimos exigidos por la USAF, en el idioma inglés.

Allí nace la oportunidad para los 3 brujas, “Huasito” Miranda, “Ojitos de cielo” Muñoz y el “guatón” Arancibia. Dimos los exámenes en el consulado americano, y nos pudimos unir a tan importante proyecto de renovación de nuestra institución. Después de esperar los resultados fuimos elegidos los Tenientes Arancibia y Muñoz, para el primer curso de pilotos Ferry del avión F-5E. (Pedro Nolasco Arancibia Galaz y Moisés Muñoz Silva).

Nuestra preparación fue contra el tiempo, y en unos pocos días nos integramos al grupo dirigido por el Jefe del Proyecto, Coronel de Aviación Raúl Marcial Vargas del Campo Silva (Curso 1949-1951), Capitán de Bandada Aníbal Andrés Pinto Benussi (Escuadrilla Caballeros del Aire 1962-1966), Teniente Ernesto “Pekín” Amador González Yarrá (Escuadrilla Aguilas de Oro 1964-1968).

Las anécdotas comenzaron antes de empezar el viaje, ya que a diferencia de los que iban por un año, nosotros viajábamos sin nuestras familias, lo que hacía aproblemarnos un poco por todo el tiempo y el apoyo logístico para nuestras señoras e hijos.

El día previo al viaje en Marzo 1976, se reunieron todos los oficiales con sus familias para hacer una despedida en la casa del Coronel Vargas del Campo, el guatón Arancibia, tenía un compromiso familiar, así que no pudo asistir. Fue en esa reunión cuando se cambió el lugar de embarque del avión, y nadie recordó de avisarle. Por esa razón mientras de despedía de su familia en el Aeropuerto de Los Cerrillos, el resto de la comisión estaba embarcando en el Grupo 10 ubicado en el otro extremo de ese aeropuerto.

A última hora llegó un jeep con un suboficial, a buscarlo, mientras el piloto del avión hacia tiempo en el cabezal para no despegar, gracias a la paciencia de Jaime Gastón Parra Santos (Escuadrilla 1957-1959), pudo embarcar en el cabezal, dar un rápido beso a la señora e hijo y partir arrancando.

Por supuesto, cuando subió al avión lo recibieron con una serie de “gomazos”, ya que nadie se hizo responsable del aviso de cambio. Teníamos miedo de que con esa partida, las cosas a futuro no andarían bien, pero no fue así, ya que Moisés desde que despegó el avión hacia Panamá, comenzó a contarnos una historia muy entretenida, para aliviar la tensión, el famoso cuento del “Hombre Gallo-Gato”, historia que terminó cuando estábamos aterrizando en Panamá.

Después de descansar en la base de Howard en la Zona del Canal de Panamá, despegamos al día siguiente directo a San Antonio, Texas, a la Base Aérea “Kelly”, base que tenía a los bombarderos estratégicos B-52, los que impresionaban con sus turbinas durante los despegues. Esta base estaba unida a la Base Aérea de Lackland, que desarrollaba actividades de formación en el idioma inglés, y para los países árabes e Irán, les entregaba formación militar básica a los conscriptos y cadetes de esos países. Como todo era cobrado por la USAF, en realidad tenían un gran negocio.

¡Que gran diversidad de razas, costumbres, aromas, y gente en general!. A nosotros los 4 menos antiguos, fuimos alojados en barracas para oficiales alumnos y el Coronel Vargas del Campo se alojó en el Club de Oficiales para mayor comodidad y debido a su rango. Esa base aérea era como una gran escuela de ingles para las Naciones Unidas, de hecho tuvimos compañeros de curso, hondureños, salvadoreños, iraníes, egipcios, israelitas, argentinos, bolivianos, árabes saudíes, de Kuwait, etc. En realidad de todo el mundo estaba allí presente, y rápidamente se formaron lazos de amistad con nuestros compañeros y con el cuerpo docente, ya que el nivel de inglés exigido por Chile era bastante mas alto y pronto pudimos comunicarnos sin problemas, y tratábamos de solucionar problemas a nuestros compañeros de curso de otras naciones, que les era difícil decir yes.

El grupo de chilenos se afiató y andábamos como buenos amigos juntos casi en todas nuestras actividades, incluso en algunas actividades sociales en casa de nuestros profesores, y en el club de oficiales, donde aparecieron las dotes de cantantes del grupo chileno con Pekín a la cabeza, Moisés con la segunda voz y Arpón con el bajo. Muchos asados y litros de cerveza, hicieron que la amistad con otros compañeros de otros países se mantuviera años.

Como siempre pasa en los cursos, crecen las anécdotas, de partida los dos primeros días a pesar de que las clases comenzaban a las 08:30, Moisés y Arpón, nos levantábamos como a las 6 de la mañana para tener tranquilidad en el uso de las duchas, y …¡¡¡sorpresa!!!, éramos los únicos. Cada día fuimos levantándonos mas tarde y las duchas eran bastante mal vista por nuestros compañeros de barracas, muchos de ellos árabes, que nos miraban con mala cara porque éramos demasiado sucios, y por eso nos bañábamos todos los días. Es mas, los musulmanes deben lavarse los pies y manos antes de comer, nos llamó mucho la atención cuando para lavarse los pies, metían un pié en el inodoro y tiraban la cadena, repitiendo la operación con el otro pié. Pero de algo sirvió, porque al final de nuestra estadía en Lackland, muchos de ellos ya estaban usando las duchas al igual que los latinoamericanos.

Solo estuvimos 5 días en el programa básico de inglés y posteriormente 3 semanas en el programa avanzado, así que antes de un mes estuvimos listos para hacer nuestro ingreso como pilotos a la USAF.

El Coronel Vargas del Campo, compró una station de algunos años, pero cabíamos todos para iniciar nuestra aventura, que realmente fue muy provechosa culturalmente, porque nos permitió conocer casi todo el sur de Estados Unidos viajando por tierra. Pero, Don Marcial, nos tenía otras sorpresas, ya que el conocía bien Estados Unidos y nos llevó a diferentes Bases Aéreas, donde visitamos viejos amigos del coronel, que nos atendieron de maravilla. La cordialidad de los norteamericanos fue tremenda, en todas partes nos atendieron como reyes, conociendo las bases aérea de los hermosos Phantom, F-111, Corsarios, aviones maravillosos de la historia de la Aviación. Después de viajar 1 semana, llegamos a nuestra base de operaciones, donde ya estaban otros oficiales chilenos haciendo el curso de instructores, de mantenimiento y de armamento, todos ellos con sus familias.

Llegamos a Phoenix, Arizona, a la base Williams, cuna del famosos grupo de aviación de la 2ª. Guerra Mundial, “Black widows”, sin duda que fue un cambio grato para nosotros, dejamos de ser alumnos de inglés y pasamos a integrar un escuadrón como cualquier piloto de la USAF.

En 24 horas, ya nos habían hecho el curso de Ingeniería del avión, a diferencia de Chile que hay que pasar muchas horas estudiando el manual del avión, en esa base tenían todos los sistemas del avión tales como el hidráulico, eléctrico, entonces las clases se daban en 15 minutos, se mostraban las fallas de los sistemas, en una maqueta a tamaño natural. Realmente, era para no olvidarse nunca más.

Se asignaron los instructores, y a la semana ya estábamos volando en F5B, versión dual del F5A, con menor potencia que nuestro F-5 y mucho mas antiguo. Los vuelos se desarrollaban en forma normal, a pesar, de que los miles de cambios de frecuencia eran complicados, especialmente cuando los controladores terrestres eran afro-americanos. Ya que la pronunciación era similar a escuchar a los actuales cantantes de rap-dance. En un vuelo de navegación hacia Alabama, nos tocó un controlador tan especial, que ni siquiera el instructor gringo podía entenderlo, así que Arpón tuvo que hacer que le repitieran las instrucciones, pero igual no se entendían, finalmente, le dijo: “Alumno chileno al mando del avión, ruego hablar mas lentamente”, desde ese momento, el controlador, comenzó a reírse y a tratarlo : “hola, alumno chileno”, pero la pronunciación llegó a ser tan británica que no tuvo problemas para continuar el vuelo, después de varios días el controlador que ya conocía el timbre de voz, seguía tratándolo del “Alumno chileno”.

El curso continuó sin problemas, sin embargo, por problemas médicos debió regresar a Chile, el Capitán Pinto. Nadie podía enfermarse, ya que eran 4 aviones nuevos los que traeríamos en vuelo desde Estados Unidos a Chile.
Durante nuestra estadía en Williams, fue muy grato sentirse acogido como uno mas del escuadrón, es mas, los miembros del Agresor Squadrom, también tendrían los F5E para entrenar a las tripulaciones norteamericanas, así que surgió la amistad con estos pilotos de la base aérea de Nellis, famosa por los ejercicios RED FLAG, y porque esta cerquita de las Vegas. Un capitán del escuadrón agresor, se llamaba Marty Cavatto, descendiente de italianos así que muy latino. En las cercanías de la base él tenía una tía italiana que tenía una Trattoria, a la que fuimos varias veces y cantamos canciones italianas hasta altas horas de la noche.

Había un oficial de enlace con la USAF, que habla muy bien el español, el Lt. Col. John Nettleton, que hizo todo porque la delegación chilena tuviera un buen pasar en estados Unidos. Nos planificaba visitas y fiestas familiares, todos los fines de semana, por lo que tuvimos que sufrir engordando unos cuantos kilos.

Después de finalizar el curso, se realizó una fiesta de graduación que aun queda en el recuerdo de todos los que estuvimos allí, aunque varios nos han dejado para unirse a la bandada de Los Cóndores Lejanos, para ellos nuestro sincero homenaje y agradecimiento por esa hermosa amistad y compartimiento de aventuras.

Durante nuestro viaje a Los Ángeles, donde estaba la compañía Northrop, fabricante de los aviones, hicimos unos aritos viajando en la camioneta en Las Vegas, donde perdimos algunos dolarcillos, y posteriormente, pasamos por un pueblo muy típico que se llamaba Show Low, para descansar durante la noche, después de cenar en un restaurante chino que parecía el mas grande del pueblito, fuimos a beber una cerveza al bar “the hanging tree”, donde nos tomamos los bajativos correspondientes viendo y escuchando lo mas selecto en música vaquera de Estados Unidos. Otro lindo recuerdo.

Al llegar a esta etapa de nuestra estadía, volvimos a nuestra realidad de Fuerza Aérea, y después de visitar la compañía que produjo los aviones, fuimos a ver a los aviones que traeríamos a Chile, eran hermosos, con olor a nuevos, tuvimos que sacar el plástico del asiento de eyección, que orgullo para estos brujas, porque además cada avión tenía puesto nuestro grado y nombre, realmente fue una etapa muy emotiva, además de profesional, ya que tuvimos que realizar los vuelos de aceptación en la Base Edwards, en la misma que se prueban todos los prototipos de las diferentes fabricas norteamericanas, con sus pistas donde uno podría despegar y aterrizar varias veces sin hacer un viraje, realmente impresionante.

El día de la recepción de los aviones por la Fuerza Aérea de Chile, fue un día muy especial, primero porque estaba nuestro Jefe de Misión en Estados Unidos, el General Eduardo “Pito” Fornet Fernández (Curso 1945-1946), viejo piloto de Hunter por lo que estaba tan emocionado como nosotros porque venía un cambio y una nueva etapa en la operación de este tipo de aviones en la FACH. Cruzamos la barrera del sonido con el nuevo caza supersónico, un avión maravilloso, que todo aquel que lo haya volado, no puede mas que sentirse orgulloso de haber tenido la suerte de operarlo, ¡que gran avión!.

Ya comenzaba para nosotros el regreso a casa. Apoyados por un C-130 del Grupo 10, iniciamos la ultima etapa de nuestra aventura, a la semana siguiente dejamos Palmdale y la Base Edwards iniciando nuestro vuelo a casa, la primera parada era muy conocida ya que era nuestra casa anterior, Williams, algunos problemas menores, fueron solucionados en el 802, ya que un motor notoriamente tenía una diferencia anormal de temperatura, aunque estaba dentro de los rangos operacionales.
Al despegar a nuestra siguiente parada en Montgomery, hubo una nueva anécdota.

La USAF, es muy preocupada por el protocolo, y tenía una escalera con alfombra roja para el coronel Vargas, sin embargo el primero que se saco el casco, fue Arancibia, y al ver toda la comisión de recepción, la calva de ese piloto, dieron las órdenes pertinentes para que pusieran la alfombra roja al que parecía mas viejo. Arpón se bajó y saludó a toda la delegación para deleite y risa del coronel Vargas que se sentía un “lolo” e instaba a que continuara saludando a los oficiales jefe de esa base. La calva de arpón fue motivo de muchas bromas posteriores.

Las siguientes paradas fueron la Base Aérea de Craig para llegar a Homestead, una base de Phamtom en esa época. Allí planificamos nuestro tramo mas largo, de más de 1.000 millas náuticas en el mismo Triángulo de las Bermudas, sobre el Caribe. En Florida pasamos el fin de semana y a la semana siguiente iniciamos nuestro vuelo hacia Puerto Rico, con un sol clima maravilloso, pero no olvidando las leyendas del triángulo.

Un sol maravilloso acompañó nuestro vuelo, primero despegó el C-130, y posteriormente nosotros, el avión además servia como radiofaro, pero con los equipos de Florida tuvimos indicación de distancia por mas de 45 minutos.¡que hermosas islas de mar transparente!...desde los 37.000 pies, se podían ver los corales, la isla del Chachachá a la derecha nos dijo Virgo (Vargas), y allí estaba don Fidel mirándonos con malos ojos. Comenzamos a descender antes de arribar a Puerto Rico, y divisamos el paisaje a unos 5.000 pies de altura, nos dirigimos a Roosevelt Road, una base aérea de la Armada de Estados Unidos, hicimos el típico desprendimiento, aterrizamos y carreteamos a nuestro lugar de estacionamiento, y otra grata sorpresa, los mecánicos eran hermosas Barbies con sus poleras blancas muy ajustadas las que nos hacían las señales para el parqueo.

Tan solo nos quedamos una noche en Puerto Rico, y no salimos a conocer la capital, pues estaba bastante lejana. Al día siguiente a eso de las 10 AM., despegamos con rumbo a Venezuela. Es importante señalar que pocos días antes de nuestro despegue de la Base Edwards, se estaba votando en el Senado Norteamericano, la famosa enmienda Kennedy, con el riesgo de que no nos dejaran sacar los aviones de ese país. Además ni México ni otro país centro-americano nos permitió cruzar su espacio aéreo, ese era el motivo de alargar nuestros tramos, para volar fuera del espacio aéreo de esos países. El tiempo no era como el día anterior, ya que habían grandes cúmulos nimbus en nuestra ruta, pero después de mas de 1 hora de vuelo llegamos sin novedad a Maracay, Base Aérea de la Fuerza Aérea Venezolana. Después de los saludos de rigor, debimos a dedicarnos a tareas de mantenimiento, ya que el avión de Arancibia, continuaba con sobre temperatura en el motor izquierdo. El equipo de mantenimiento decidió pedir unos repuestos a Estados Unidos y debimos esperar una semana hasta la recepción de unos termómetros

Después de esperar viendo como pasaban tormentas sobre nuestra base aérea, llegó el repuesto y al día siguiente volamos a la Base Aérea de la USAF, en la zona del Canal de Panamá. Parada importante porque se tenía todo tipo de apoyo además del matute que vendía los indios de las casas comerciales de ciudad de Panamá. Allí nos esperaba nuestro Agregado Aéreo, el Coronel Eduardo Omar Clavijo Guerra (Curso 1947-1949), quien había sido comandante de los brujas integrantes en esta operación (Moro = Moisés Muñoz y Arpón = Pedro Arancibia) el año 1972 en el Grupo 12 en Punta Arenas.

Hicimos un descanso de dos días y posteriormente seguimos a Guayaquil en Ecuador, donde después de volar en formación entre nubes en ese tramos de casi dos horas, llegamos bastante cansados. La recepción de los ecuatorianos fue muy buena, nos llevaron en el C-130 al balneario de Salinas a una casa de vacaciones de la FAE, en donde compartimos con varios oficiales pilotos de ese país. Ya quedaba poco para ver a nuestras familias, cada minuto que pasaba se hacía mas largo, todos estábamos deseosos de llegar a nuestro país.

Quedaba lo menos, el problema continuaba en el avión de Arpón, pero superando las pruebas terrestres, nos dirigimos a Lima en donde ocurrió una nueva anécdota., cuando estábamos llegando sobre Lima, ya veníamos volando entre nubes casi desde el despegue de Guayaquil, y para mayor comodidad veníamos separados en dos elementos Virgo con Arpón y Garra con Moro. El problema sucede cuando a Virgo se da cuenta que estaba bajo el combustible estimado, así se comunica con Lima Centro, en donde el Lan Chile que estaba esperando en circuito de espera, nos ofreció inmediatamente para que nosotros hiciéramos la aproximación primero, lo cual fue agradecido, ya que los cazas tienen bastante menos autonomía que un avión de transporte. El problema aumentó cuando Virgo no escuchó bien e inició la aproximación a pesar de que ya había un avión de Avianca que había comenzado hacía dos minutos su aproximación. De todas maneras, continuó el primer elemento su aproximación, y la sorpresa fue mayúscula cuando Arpón ve en su radar una mancha gigante a las 12, y posteriormente una gran figura de un Boeing 707, así que mientras estábamos quebrando las nubes tuvo que hacer un roll amplio para no colisionar con el avión de transporte. “El numerito, justo en Lima”, aterrizamos en primera prioridad, posteriormente el Avianca y Garra finalmente continuó con su excelente aproximación la que no tuvo mayores problemas.

Que les puedo decir de la alharaca que armaron los “hermanos pé”, además que con todos los agentes de inteligencia de la FAP, estaban en la loza filmándonos desde vehículos con vidrios polarizados. El peor problema fue que desde el despegue en Guayaquil el avión de Arpón, durante el despegue y aceleraciones se sobrecalentaba sobre los márgenes autorizados, el equipo de mantenimiento intento hacer algo durante la noche, pero el Comandante tenía que tomar una decisión y era que había que despegar como fuese.
El día final, la llegada a nuestro país, que ansiedad, por llegar luego, después de realizar varias pruebas en tierra, Virgo se despide del agregado aéreo, y iniciamos nuestro vuelo. Despegamos por elementos, así que Virgo puso el post quemador en el mínimo y el pelao Arpón con el motor izquierdo en 70 % y el otro con el post quemador al máximo. Sin duda quedó un poco atrás pero no fue notoria la falla. A pesar de tener sobre temperaturas el vuelo fue bastante normal, y como les puedo decir la alegría cuando cruzamos la frontera, ¡¡¡cantamos la canción nacional en la frecuencia!!!, pero orgullosos de la misión que estábamos completando, horas de estudio, separación de la familia, penas y alegrías, enojos y amistades entre 4 profesionales de la Fuerza Aérea que cumplían una vez mas la misión encomendada.

El vuelo se nos hizo corto sobretodo cuando tuvimos contacto con Antofagasta, Centro donde el chico Wragg nos daba la bienvenida en frecuencia, después de hacer una pasada en formación sobre nuestra base aérea que se transformaría en nuestro hogar por muchos años, aterrizamos por elementos, y allí la emoción fue increíble, estaban nuestros compañeros esperándonos, cámaras de televisión, muchos periodistas y el Comandante de la Ia. Brigada dándonos la bienvenida.

Volver a sentir el olor a la brisa marina de Cerro Moreno, ver la capilla, nuestro club de oficiales, no tan elegantes ni modernos como los gringos pero con esa calidez que solamente el terreno patrio nos puede dar

Posterior a la ceremonia de bienvenida en Antofagasta, hubo una pésima noticia, en realidad Arpón quería continuar al día siguiente a Santiago en su F-5, sin embargo ahora el Jefe de ingenieros si creía la falla y no permitió volar al avión, eso fue triste, ya que mientras el General Leigh daba la bienvenida en Santiago a nuestros nuevos aviones, la señora de Arpón y su hijo nada sabían de que venía volando mucho mas lento en el C-130.

Fuimos las primeras páginas de todos los periódicos, entrevistas en TV, etc.

De todas maneras fueron aventuras increíbles donde la amistad de esos pilotos se selló por muchos años, fue el primer raid para que la enmienda no nos dejara sin aviones, pero por ser el primero fue el más importante, los integrantes que quedamos, queremos hacer un homenaje a nuestros camaradas Virgo y Garra, que tuvieron que dejarnos, pero nos legaron un ejemplo mayúsculo de profesionalismo, agresividad, y por que no decirlo… “alegría de vivir”.

Son tantos los recuerdos que podría completar muchas paginas con buenos detalles de nuestra operación, sin embargo esperamos que sirva como un recuerdo a los dos primeros brujas que trajeron los F-5 a Chile, posteriormente, otros compañeros se nos unieron a nuestro Grupo 7, y quedamos marcados por la tradición de los Cóndores de Plata y de la mejor unidad de caza defensa de nuestro país.

MORO ARPON