El pasado jueves 11 de Noviembre de 2010, a los 66 años de edad, Nuestro Padre llamó a su lado a nuestro Camarada, Cadete Don ANDRÉS ERNESTO NORAMBUENA MORA (qepd), Director de nuestra Escuadrilla.
En su exhumación nuestro Cadete Presidente manifestó :
"El Cadete Andrés Norambuena recorre caminos que nos son desconocidos y cuya presencia física no estará ya jamás. Sin embargo, su recuerdo llena los espíritus de quienes lo conocimos, en especial del grupo de amigos y camaradas de la Escuadrilla "Rayo" de la Escuela de Aviación "Capitán Ávalos" que lo conocimos hace 51 años, cuando ingresamos al instituto formador a inicios de 1960 siendo tan jóvenes como los estudiantes del Instituto Nacional que han venido hoy a acompañar también en su dolor a un hijo de Andrés, demostrando que supo también entender los altos valores de convivencia y solidaridad que adornaban a su padre.
Era Andrés un hombre jovial y amistoso, inteligente y trabajador, que tuvo como primer amor el espacio y el vuelo que, con incontenibles y misteriosas fuerzas, nos unieron en una inolvidable aventura juvenil que significó compartir sueños de altura y de cielos azules, que se transformaron pronto en diferentes derroteros a través de los cuales completamos nuestro paso por la vida.
Era Andrés un padre querendón de sus hijos y de su esposa acerca de los cuales siempre se refirió como sus grandes amores. A la muerte de ella empezó su larga agonía, superando con hombría su dolor para dedicarse a sus hijos y tratando en vano de reemplazar a la gran ausente, hasta que sus fuerzas se extinguieron.
Nos confidenció que su única preocupación después de su partida eran sus hijos, que no están aún en edad de autosustentarse y sobrevellevar la ausencia eterna de la dirección paterna.
Es por eso que en este momento quiero expresar a sus hijos que en los componentes de nuestra Escuadrilla encontrarán siempre ayuda desinteresada y el consejo oportuno que requieran en su transitar por el camino de las dualidades espíritu-materia.
En nombre de nuestra Escuadrilla, a la cual Andrés dedicó tanto cariño y dedicación desde su cargo ya vitalicio de Director,quiero dar las gracias a Andrés por su entrega que, en gran medida, nos ayudó a permanecer unidos en los momentos que más lo necesitamos, y que nos ha posibilitado conseguir todos los objetivos de nuestro ya reducido grupo. Les deseo a sus hijos finalmente fortaleza para sobrevellevar el dolor, resignación ante la inexorable llegada del final de la vida, y fé y esperanza en el futuro que deberán enfrentar con todos aquellos valores que les transmitíó Andrés, que son una síntesis de lo aprendido en las aulas militares traducidas en cumplimiento del deber, amor por la justicia, entereza en las adversidades, cariño a la patria y a la familia y, sobre todo, ser ciudadanos útiles a la sociedad y dignos hasta el final en su comportamiento.
Cadete Andrés Norambuena, amigo de toda una vida,... descansa en paz.
Oscar Stock O.
Cadete Presidente